Hola nuevamente mis queridos amigos.
Hasta ahora hemos hablado de la luz y su comportamiento, así como de las características básicas de las luminarias, normas internacionales y medidas de seguridad que debemos tener a la hora de seleccionarlas.
En este momento ya debemos contar con toda la información del área de arquitectura y eléctrica, así como de las normas aplicables a cada ambiente y los niveles requeridos por la misma según la actividad.
Cuando iniciamos nuestro diseño debemos tener en cuenta que podemos enfocarnos desde tres (3) distintos puntos de vista:
1. Iluminación General
2. Iluminación de acento – Focalizada en espacios especiales -
3. Iluminación combinada (Esta es la más usada)
Como decía Richard Kelly (1919-1977), quien fue un diseñador de iluminación estadounidense, considerado uno de los pioneros del diseño de iluminación arquitectónica. Dentro de un proyecto se requieren (3) tipos de luz:
- Luz para ver: "ambient luminescence" la cual nos permite destacar aquel elemento que es importante en la decoración.
- Para mirar: "focal glow" que es el juego que le damos a la luz, y se convierte en información. Esta suele ser brillante, y
- Para contemplar: "play of brilliants" que es aquella luz de fondo que nos permite ver el ambiente en general.
Y si aparte el proyecto es sustentable en cuanto a ahorros energéticos, este será un gran proyecto de iluminación. [1]
La empresa de iluminación ERCO[2] en este aspecto destaca lo siguiente:
Luz para ver
Como primera y fundamental forma de luz, Kelly identificó la "ambient luminescence"; un término que puede traducirse como "luz para ver".
Este elemento proporcionaba una iluminación general del entorno, y aseguraba que el espacio circundante, sus objetos y las personas en él presentes fueran visibles.
No se perseguía una iluminación global con una iluminancia pretendidamente óptima, sino una iluminación diferenciada fundamentada sobre el nivel básico de la luz ambiental.
Luz para mirar
Con el objeto de lograr una diferenciación, Kelly planteó una segunda forma de luz, a la cual denominó "focal glow", o "luz para mirar".
En este caso, por primera vez se encomendó expresamente a la luz el cometido de participar activamente en la transmisión de información.
Para ello se tuvo en cuenta el hecho de que las zonas claramente iluminadas atraen involuntariamente la atención de la persona. Una distribución adecuada de la luminosidad permitía ordenar la abundancia de información contenida en un entorno.
Las áreas con información esencial podían realzarse mediante una iluminación acentuada, mientras que las informaciones secundarias o perturbadoras podían atenuarse mediante un nivel de iluminación menor. Esto facilitaba una información más rápida y segura. El entorno visual se apreciaba en sus estructuras y en la importancia de sus objetos.
Es el concepto que se utiliza en iluminación de vitrinas, aparadores y obras de arte en general.
Luz para contemplar
La tercera forma de la luz, "play of brilliants" o "luz para contemplar", surgió de la certeza de que la luz no sólo puede mostrar información, sino que constituye una información en sí misma.
Esta idea se aplicó sobre todo a los efectos de brillantez creados por fuentes de luz puntuales sobre materiales reflectantes o refractantes. No obstante, también podía percibirse como brillante la propia fuente de luz.
La "luz para contemplar" insuflaba vida y atmósfera especialmente en todos los espacios representativos. Lo que tradicionalmente se había conseguido mediante arañas y luces de velas, ahora podía lograrse también aplicando los proyectos de iluminación modernos, mediante el uso selectivo de esculturas de luz o la formación de brillo sobre materiales iluminados.
Por su parte William Ming Cheong Lam, más conocido como Bill Lam quien nació en Honolulu, Hawaii en 1924 y falleció en 2012, hablaba de dos grupos principales de criterios: las «activity
needs» (necesidades de actividad),los requisitos derivados de la participación activa en un entorno visual, y las «biological needs» (necesidades biológicas),las cuales agrupan en cada contexto los requisitos psicológicos vigentes planteados a un entorno visual.
Las necesidades de actividad o «activity needs» describen los requisitos derivados de la participación activa en un entorno visual, donde son determinantes las características básicas de las tareas visuales existentes.
Este análisis coincide en gran medida con los criterios de los proyectos de iluminación actual, ya que se persigue una iluminación funcional que cree condiciones óptimas para la actividad a desarrollar, ya sea en el trabajo, el movimiento a través del espacio o el tiempo libre, y promueve el análisis diferenciado de todas las tareas visuales que se den conforme a lugar, tipo y frecuencia.
En el caso de las necesidades biológicas o “Biological needs”, para Lam son más importante ya que agrupan los requisitos psicológicos planteados a un entorno visual vigentes en cada contexto.
Mientras que las necesidades de actividad resultan de una interacción consciente de las personas con el entorno y apuntan a la funcionalidad de un espacio visual, las necesidades biológicas abarcan necesidades inconscientes que constituyen la base para la evaluación emocional de una situación.
Se centran en el bienestar en un entorno visual. En su definición, Lam parte del hecho de que nuestra atención se dirige a una única tarea visual sólo en momentos de máxima concentración.
La mayor parte del tiempo, la atención visual de la persona se extiende a la observación de su entorno general. De este modo se perciben de inmediato las alteraciones en el entorno, permitiendo adaptar el comportamiento sin demora a las situaciones cambiantes.
La evaluación emocional de un entorno visual depende en buena medida de si éste ofrece claramente la información necesaria o si se la oculta al observador.
Entre los requisitos psicológicos fundamentales planteados a un entorno visual, Lam identifica en primer lugar la necesidad de una orientación clara.
En este contexto, puede entenderse la orientación en términos esencialmente espaciales. En este caso, se refiere a la perceptibilidad de metas y de los caminos que conducen a éstas, a la situación espacial de entradas, salidas y de las ofertas específicas de un entorno, ya se trate de una recepción o de la compartimentación de unos grandes almacenes.
Pero la orientación abarca también la información sobre otros aspectos del entorno, p. ej. la hora, las condiciones meteorológicas o los sucesos en el entorno.
En ausencia de tales informaciones, como es el caso por ejemplo de las salas cerradas de grandes almacenes o de los pasillos de grandes edificios, el entorno se percibe como artificial y opresivo, siendo imposible recuperar el déficit de información hasta haber abandonado el edificio.
Un segundo grupo de necesidades psicológicas hace referencia a la abarcabilidad y comprensibilidad de las estructuras circundantes.
En este contexto es determinante sobre todo la visibilidad suficiente de todas las áreas del espacio. Ésta determina la sensación de seguridad en un entorno visual. Las esquinas oscuras, por ejemplo, en pasos subterráneos o en los pasillos de grandes edificios, ocultan posibles peligros tanto como las zonas sobre iluminadas de forma deslumbrante.
Sin embargo, la abarcabilidad no depende únicamente de la plena visibilidad, sino que también incluye la estructuración, la necesidad de un entorno inequívoco y ordenado.La persona percibe una situación como positiva en la que sean claramente reconocibles la forma y la estructura de la arquitectura circundante, pero en la que las áreas esenciales también estén claramente destacadas de este trasfondo.
En lugar de un flujo de información desconcertante y posiblemente contradictorio, de esta forma un espacio se presenta con una cantidad abarcable de propiedades claramente ordenadas. También es importante para la relajación la presencia de una perspectiva al exterior o de puntos visuales interesantes, p. ej. De una obra de arte.
Un tercer ámbito es la comunicación, que abarca el equilibrio entre la necesidad de información de la persona y su aspiración a una esfera privada definida.
En este contexto se perciben negativamente tanto el aislamiento total como la exposición pública total; un espacio debería posibilitar el contacto con otras personas, pero permitiendo al mismo tiempo definir ámbitos privados.
Dicho ámbito privado puede crearse, por ejemplo, mediante una isla de luz que destaque del entorno un grupo de asientos o una mesa de conferencias dentro de un espacio más grande.
Así que, lo que tenemos que tener muy claro a la hora de diseñar la iluminación de un espacio es que este diseño debe ser hecho para las personas y su seguridad tanto física, como psicológica.
Y aunque la luz representa en sí misma una sensación de seguridad para el ser humano, su exceso también puede causar daños, así que, debemos cuidar la cantidad, pero también la calidad.
En este momento cabe recordar que cuando hablamos de cantidad hablamos de niveles de iluminación (Luxes por metro cuadrado), y cuando hablamos de calidad nos referimos a índice de reproducción cromático “IRC” y también a la temperatura de color.
Es por ello que debemos tener información suficiente al iniciar una propuesta, y debemos tener respuestas claras a las preguntas:
- ¿Cuál va a ser el uso de cada espacio? – Comercial, residencial, deportivo, vial, industrial, entre otros. Esto nos dará la base técnica requerida en cada país para aplicar los niveles establecidos por cada norma en particular (Cantidad de luz mínimo requerido por ambiente según la tarea que se va a desarrollar)
- ¿Cuáles son los materiales que se usarán en la construcción? – Partiendo de la respuesta anterior, esta información nos permitirá seleccionar el color de la luz (Temperatura de color) e índice de reproducción cromático(IRC), que son parte importante de la calidad de la luz en un espacio. Aquí debemos recordar los principios de absorción, refracción y reflexión de la luz, ya que los colores materiales oscuros absorben la luz mientras que los claros y brillantes las reflejan. A mayor cantidad de materiales oscuros, mayor será la cantidad de energía y de elementos de iluminación que debamos utilizar. (Depende del concepto también)
- ¿El espacio que vamos a intervenir es interior o Exterior? Dependiendo de la respuesta esto nos permitirá seleccionar el tipo de protección de la luminaria (IP – IK) de acuerdo a los niveles de polvo, humedad y seguridad contra golpes o vandalismo.
- ¿Las personas y animales tienen acceso a la fuente de luz? Esto nos ayuda a seleccionar la tensión de trabajo de la fuente de luz. Si las personas o animales pueden acceder a la fuente o a la luminaria debemos trabajar los productos en bajo voltaje (12-24 Vdc es lo más común en sistemas led) y usar 120-240-277-480 Vac siempre y cuando no exista la posibilidad de manipulación de la energía por parte de personas o animales.
En la próxima entrega hablaremos de técnicas para iluminar los espacios.
Hasta aquí el tema de hoy, nos leemos pronto.
Te pido como siempre que dejes tus comentarios en el enlace, o me escribas si quieres aclarar dudas, realizar tus aportes o integrarme a tu equipo de diseño.
Y te invito a compartir este material.
Siempre a tus servicios.
Carlos Carrillo
Pintemos con luz y demos vida a la arquitectura y los espacios.
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[1] https://dimsa-ingenieria.com/los-3-tipos-distintos-de-iluminacion-de-richard-kelly/
[2] https://www.erco.com/es/guia/principios/richard-kelly-2890/
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